AGUA LE LIMÓN
Nada, agua de limón, un poleito, una gaseosa, algo “fácil de digerir”, casi un digestivo…. para el claro, que siempre añoró estar al otro lado del puente.
Pero qué pensará su afición, esa que le perdona todo con tal de que gane, me temo que para ellos es algo más que un digestivo, puede ser una indigestión de las pesadas.
Claro que siempre se pueden sacar conclusiones positivas, la primera es que de las derrotas se aprende…., un clásico vamos, a lo peor, de tanto aprender pierden el oficio y eso… no es bueno.
Después están las formas, cuando el contrincante es un provocador siempre es difícil llevar a buen término tu labor. ¡Como se puede permitir que gente como Guardiola sea tan incorrecto en la banda!, saca de quicio a cualquiera, aunque uno sea un santo…o un cristiano, tanto da.
Y Messi, ese si tiene delito, como puede jugar con ese desparpajo, solo pretendía humillar al contrario…, así no se puede hombre, eso no es deportividad.
Por no hablar de Iniesta, las victorias no se pueden celebrar de esa forma, en calzoncillos, como un segador de la mancha en días calurosos.
Además Villa, ese que no hace nada nunca y va y sin hacer caso al maestro Gila, le pierde el respeto a la madre del portero.
Contra esto no se puede hacer nada, o tal vez si, no regalarle el partido al Barsa, cual Sporting de Gijón cualquiera.
Esa es la diferencia entre un mueble de IKEA y un buen mueble artesano, ya le puedes dar pulimento que no da la pega.
Enrique Martinez
